Sexología/¿Cuál tipo de sexo es «pecaminoso» y cuál no?
¿Cuál tipo de sexo
es «pecaminoso» y cuál no?
En algunas asociaciones religiosas es habitual declarar como «pecaminoso» el aspecto sexual del amor. La causa de esto consiste en que los pastores de tales sectas tratan de parasitar a su «rebaño» y de «aplastarlo con su peso», diciendo a sus integrantes algo como: «¡Ustedes son pecadores sin esperanza, pero tienen la oportunidad de pagarnos para obtener el perdón de Dios por sus pecados!». Con todo, también existe un motivo racional para la limitación de la sexualidad en las poblaciones humanas con bajo nivel cultural. Éste consiste en que la sexualidad «desenfrenada» en aquellas poblaciones lleva a la propagación de enfermedades venéreas u otras y a los embarazos indeseados.
También a veces sucede que las personas que ya deberían dirigir toda su atención sólo a Dios «se atascan» en el deleite sexual de la guna sattva y se detienen en su avance espiritual.
Además, no debemos olvidar que Dios prohíbe «la mezcla de las gunas» durante los contactos sexuales (ver más detalles en los libros [21,23]).
En otras palabras, la «permisividad sexual total» no es bendecida por Dios.
Por otra parte, la sexualidad ética y estéticamente impecable y el erotismo sano y sutil son considerados por Él como factores que contribuyen a nuestro perfeccionamiento espiritual.
Para seguir exitosamente el Camino del autodesarrollo, no hay ninguna necesidad de tener muchas parejas sexuales. Es suficiente tener una sola, pero que tenga ideas afines y se encuentre aproximadamente en el mismo nivel de avance espiritual. Los entretenimientos sexuales masivos, realizados bajo la fachada de supuestas prácticas espirituales no pueden resultar en ningún progreso espiritual. La afirmación de algunos autores de que «cuantas más parejas sexuales tengamos, más crecerá nuestro “poder personal”» es infundada. Por el contrario, allí es donde se esconde la trampa.
El hecho es que en las primeras etapas del desarrollo espiritual a veces es muy difícil notar el cambio del propio nivel de sutileza de la conciencia. Uno puede perder esta sutileza gradualmente y no percibirlo. Es más, cuando el practicante se hace más grosero psicoenergéticamente en estas etapas iniciales, esto le da la sensación del crecimiento de su «poder personal». Pero sólo el crecimiento del poder psicoenergético sutil tiene valor. En cambio, la práctica del sexo con muchos compañeros hace que el nivel psicoenergético de todos los participantes se vuelve igual (se promedia), lo que afecta negativamente a las personas de este grupo que se han purificado más y que, por lo tanto, son más sutiles y más prometedoras.