Sexología/Etapa final de la sexualidad Etapa final de la sexualidadA partir de los 45-55 años la sexualidad de los representantes de ambos sexos disminuye. En las mujeres comienza la menopausia (el cese permanente de las menstruaciones). A pesar de esto las ovulaciones a veces pueden seguir sucediendo, lo que crea las condiciones para el embarazo. Las erecciones de los varones se hacen cada vez más débiles y menos frecuentes y luego desaparecen por completo. Los estimulantes de la sexualidad pueden ayudar en este caso por algún tiempo más, pero luego éstos también pierden su eficacia. Tal situación a menudo resulta en la violación de la armonía en las familias. Por eso sería bueno que todos sepan de antemano sobre estas regularidades y comprendan que es una norma, y no una enfermedad, y que esto sucede a todas las personas. Desde el punto de vista de la racionalidad biológica, este fenómeno existe para que en la reproducción participen los representantes más jóvenes (y, por lo tanto, normalmente más sanos) de diversas especies biológicas. Menciono que a veces se puede observar personas que tienen una edad avanzada y, al mismo tiempo, un nivel alto de sexualidad. Sin embargo, en estos casos, existe cierta razón para sospechar que estas personas sufren de procesos neoformativos en las glándulas responsables de la producción de las hormonas sexuales. Los varones en esta edad además empiezan a tener el siguiente problema: debido a la ausencia prolongada de eyaculaciones, la secreción producida por sus glándulas sexuales se hace más espesa. Así aparece el fenómeno llamado hiperplasia benigna prostática. Existen medicamentos que diluyen estas condensaciones; no obstante, al tener tal posibilidad, uno puede aplicar otros métodos para provocar una eyaculación. Uno de éstos está descrito en mi libro Comprender a Dios. Lo cito con algunas reducciones: «¿Qué es lo más importante para nosotros en las relaciones sexuales? ¡Es la ternura que proviene de la gratitud que uno siente hacia el amado o la amada! »La ternura-agradecimiento sutilísima y sexualmente coloreada refina la conciencia de la mejor manera. ¡Es uno de los factores sustanciales que contribuyen al progreso espiritual! »Una tendencia común durante las interacciones sexuales realizadas por una pareja inexperta —una tendencia especialmente propia de los varones— es unir los genitales lo más rápido posible. Esto no es correcto. Para generar las emociones de ternura, el varón primero debe acariciar las zonas erógenas de su amada por mucho tiempo. Entre éstas, se encuentran, por ejemplo, los pezones, la piel de la espalda al nivel de los omóplatos (el área del chakra anahata), el sacro y las nalgas (área en la que predomina el chakra svadhisthana). (Con todo, vale mencionar que hay mujeres para las cuales estas zonas no son erógenas). Luego el varón puede acariciar el clítoris, una de las zonas erógenas más importantes del cuerpo femenino. »Ambos compañeros en este caso entran en una resonancia emocional, y su ternura recíproca se enciende cada vez más. »Algunas mujeres experimentan el orgasmo simplemente a través de la estimulación manual del clítoris. (Existen varios tipos de orgasmos femeninos. Los más comunes son los orgasmos que se alcanzan con la estimulación del clítoris, los que se alcanzan con la estimulación del área vaginal debajo del pubis y los que se alcanzan con la estimulación del cuello uterino). »Una variante típica de las interacciones sexuales puede ser el siguiente: »Después de una larga estimulación manual del clítoris (la mano del varón debe estar necesariamente limpia), él empieza a estimular la zona erógena vaginal debajo del pubis, lo que lleva rápidamente a su amada a un orgasmo. Luego pueden unir los genitales y seguir deleitándose con la belleza de las emociones de ternura sutilísima, «arraigándose» en estos estados, acostumbrándose a éstos. »Esta variante de las interacciones sexuales permite a los varones que sufren de una erección débil o de eyaculación precoz participar en éstas. »Pues cuando los genitales femeninos están lo suficientemente humedecidos, la penetración es posible aun en el caso de una erección débil o incluso sin ésta. (Los lubricantes íntimos también pueden ayudar en este caso. Además, es necesario saber que la vaselina y cualquier ungüento a base de ésta no deben ser usados vaginalmente). »Después de que ambos compañeros alcanzaron el orgasmo, llega el tiempo para una nueva ola de las caricias realizadas en el estado de calma profunda. Por eso no hay que abandonar el lecho nupcial inmediatamente después del orgasmo.»
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